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Las infecciones más comunes que puedes contraer en el gym

Practicar ejercicio y acudir a un gym suele ser sinónimo de hábitos de vida saludables pero en ocasiones, la falta de higiene de algunos usuarios puede provocar que nos contagiemos de determinadas bacterias u hongos.

Sin embargo esto no significa que los gimnasios sean un sitio que debamos evitar. Simplemente debemos mantener unas adecuadas medidas de higiene tales como lavarnos las manos después de utilizar los servicios, el uso de chanclas personales en la regadera o secar el sudor de los bancos o máquinas que utilicemos, son algunas medidas que evitarán el riesgo de contagio.

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Estas son algunas de las enfermedades más comunes que podemos contraer en un gimnasio:

Hongos

Las zonas más comunes de un gym en las que podemos contraer los hongos suelen por norma general las salas de máquinas, aparatos y los baños (regaderas y los inodoros, principalmente).

En la zona de las regaderas, el alto grado de humedad de las mismas es el medio preferido por los hongos para su proliferación, por lo que llevar chanclas cuando nos bañemos reducirá las probabilidades de contagio.

Por contra, en la sala de máquinas y pesas, el principal culpable de los contagios que puedan producirse es, nuevamente, la falta de higiene de ciertas personas: el sudor y no lavarse las manos cuando regresamos del baño son dos de los principales factores culpables de ello.

Virus del papiloma humano

Cuando hablamos del Virus del Papiloma Humano (VPH) en realidad estamos hablando de un grupo de virus que se encuentran unidos bajo este nombre (existen más de 2,000 tipos diferentes).

A pesar de que la forma más común de transmisión del VPH es mediante relaciones sexuales, bien es cierto que en un porcentaje reducido de las ocasiones la forma de transmisión, hablando del entorno de un gimnasio, podría estar relacionada con la falta de higiene y el sudor, especialmente en los bancos de la zona de musculación o en los asientos de las bicicletas: sudor + transpiración = riesgo de contagio. La solución: una mejor higiene por parte de todos.

Una de las particularidades del VPH es que en un alto número de los casos, la persona ni siquiera sabe que lo padece o ha padecido, ya que los tipos más frecuentes suelen no presentar síntomas. En otros casos, este virus puede provocar la aparición de verrugas y, en los casos más graves, puede llegar a provocar la aparición de determinados tipos de cáncer.

Si bien para el VPH no existe cura, sí que existen vacunas que pueden ayudarnos a prevenir los tipos de VPH de alto riesgo.

Foliculitis

La foliculitis es la infección que se produce cuando los folículos pilosos (la parte de nuestra piel que ayuda al crecimiento del cabello), se infecta con alguna bacteria, siendo el Staphylococcus aureus, la bacteria más común causante de esta infección. El síntoma principal por el que podemos reconocer esta infección es la formación de pequeños granitos de color blanco alrededor de uno o varios de estos folículos pilosos.

Dependiendo del tipo y la gravedad de la foliculitis, el tratamiento podrá variar. En cualquier caso, éste deberá ser prescrito por un médico.

Algunos de los tipos y tratamientos existentes son:

Foliculitis estafilocócica: los tratamientos más habituales suelen el uso de antibióticos tópicos u orales y el afeitado de la zona afectada mientras realizamos el tratamiento y hasta que la infección desaparezca.

Foliculitis por Pseudomonas (foliculitis de la tina): es de las más leves que pueden darse, y rara vez va a necesitar de un tratamiento específico, aunque el médico podría recetarnos algún medicamento para tratar el ardor que nos provoque este tipo de foliculitis.

Pseudofoliculitis de la barba: el principal tratamiento para este tipo de foliculitis se reduce a unos hábitos de higiene personal adecuados, gracias a los cuales suelen desaparecer los síntomas.

Foliculitis eosinofílica: en caso de infecciones de este tipo extremadamente graves, el médico puede mandarnos un tratamiento consistente en el uso de corticosteroides orales, pero debemos saber que el uso de esteroides puede tener repercusiones si el mismo se produce durante largos periodos de tiempo, por lo que este tratamiento debe ser corto.

Foliculitis pityrosporum: en este caso, el uso de antibióticos puede empeorar la situación, por lo que el tratamiento más eficaz será el uso de antifúngicos orales o tópicos.

Infección por estafilococos

Si bien existen más de 30 tipos diferentes de estafilococos, el más común suele ser el “estafilococo aureus”, responsable de infecciones en la piel (como espinillas o forúnculos), neumonía o intoxicaciones alimentarias.

A pesar de que no suelen tener complicaciones, si la infección fuese de la suficiente gravedad, las bacterias podrían llegar al flujo sanguíneo y, con ello, provocarnos una septicimia, cuyas consecuencias podrían ser sumamente graves.

Por norma general, este tipo de infecciones suelen tratarse mediante la administración de antibióticos.

Resfriados y gripa

Posiblemente una de las infecciones o enfermedades más comunes que podemos contraer en un gimnasio. Independientemente de que llevemos o no toalla (que deberíamos llevarla siempre), en un gimnasio estamos tocando continuamente objetos y superficies que previamente han sido tocados por infinidad de personas, y como es imposible un ambiente 100 por ciento esterilizado, va a ser una de las principales infecciones.

Además, en los sistemas de ventilación de los gimnasios actuales, los virus liberados en toses y estornudos cuentan con un magnífico medio de transporte que les permite diseminarse por todo el gimnasio.

Onicomicosis

Quizás el nombre de esta infección suene desconocido, pero es una de las más comunes que podemos sufrir en las uñas de nuestros pies, y que generalmente viene provocada por bacterias como la cándida o por hongos de la rama de los mohos.

La principal medida que debemos adoptar para evitar esta infección es la de mantener una correcta higiene personal y, por supuesto, llevar unas chanclas al gimnasio, para evitar andar descalzos por el suelo de los vestidores y las regaderas.

Los principales ambientes en los que esta infección suele aparecer son aquellos en los que exista un cierto grado de humedad, medio en el cual estos hongos y bacterias se desarrollan y reproducen con mayor facilidad.


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Fuente: Vitónica

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