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Lesiones Musculares

Por Daniela Trujillo

Las lesiones musculares son parte de la vida de un deportista, así que debes tomar precauciones para que no ocurran y si suceden debes saber cómo tratarlas para tener una recuperación más rápida y eficiente.

Las lesiones musculares constituyen cerca del 50% de las molestias en los atletas de alto rendimiento, y pueden ir desde dolores post-esfuerzo, hasta desgarres y roturas visibles. Las causas son diversas ya que muchas dependen de factores internos como el equilibrio de sales y electrolitos, la existencia de glucógeno (reservas de energía en el músculo), un calentamiento mal realizado, el grado de flexibilidad y elasticidad e incluso de la temperatura ambiental en la cual se está entrenando.

Su tipología es también diversa y por ello, las dividiremos en dos grandes grupos, las lesiones sin componente traumático y lesiones con componente traumático.

Lesiones sin componente traumático

Dolor muscular de aparición tardía: Este tipo de lesión es muy común en quien realiza algún tipo de actividad física exigente pues se presenta cuando estás “adolorido”. Según Naxto Corral, fisioterapeuta, “son roturas de fibras musculares que derivan en una reacción inflamatoria de la zona muscular afectada, liberando sustancias que estimulan las terminaciones nerviosas próximas produciendo dolor muscular”. Para aliviar la molestia se recomienda estirar el músculo, ducharse con agua caliente, masajear la zona y realizar actividad moderada.

Calambres: Son contracciones involuntarias y dolorosas que se presentan cuando el músculo se sobrecarga de impulsos eléctricos a los que no puede responder correctamente, afectando varios grupos de fibras. Generalmente ceden en su totalidad transcurridos algunos minutos. El calambre se produce cuando el atleta no se encuentra bien hidratado o tiene una deficiencia de potasio, calcio o magnesio. Igualmente, factores como el estrés o la ansiedad antes de una competencia o entrenamiento, pueden devenir en un calambre. Para aliviarlos, es primordial estirar la zona afectada y hacer una pausa moderada en la actividad para relajar la zona y rehidratarse.

Contracturas: Cuando los músculos no están relajados y se encuentran en una contracción o tensión ligera y permanente, se produce una contracción la cual se debe a la ejecución de un ejercicio violento para el cual el músculo no está preparado o a una postura reiterada que limita la funcionalidad del mismo. Éste, se endurece y por consecuencia pueden aparecer “nudos” o “bolitas” que duelen al tacto. Se recomienda realizar un buen calentamiento para prevenirlo y reposo, calor seco o alguna pomada con lidocaína para contrarrestar la molestia.

Lesiones con componente traumático

Este tipo de lesiones que afectan directamente al músculo son mucho más violentas y severas que las anteriores ya que, según la doctora Yolanda Puentes, “ocurren durante la contracción muscular o consecutiva a esta contracción. Afecta al músculo, terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos de la zona lesionada, provocando inflamación y hematomas”, debiéndose a movimientos bruscos y/o calentamiento insuficiente, el músculo es esforzado más allá de sus límites fisiológicos.

Distensiones o Tirones: Se presentan cuando el músculo sufre una tensión o estiramiento excesivo. El miembro se inflama y resulta en una sensación muy dolorosa, la cual puede llevar a inmovilizar al atleta en ese momento, si no se trata adecuadamente puede devenir en una rotura fibrilar mucho más importante. El tiempo de recuperación puede ir desde 3 semanas hasta varios meses.

Durante las primeras 48 horas se recomienda reposo deportivo, vendaje compresivo y aplicación de frio en la zona afectada. Posteriormente estirar el músculo suavemente, además de realizar ejercicios de tonificación. En este tipo de lesiones ya es recomendable consultar a su médico.

Desgarre muscular o Contusión: Este tipo de lesión podría definirse como un tirón muscular más profundo. Se caracteriza por ser extremadamente dolorosa e incapacita la movilización de la zona afectada, “es una lesión parcial o total del músculo por la sobre extensión del mismo o un esfuerzo repetitivo”, inclusive en el momento del desgarro, se puede escuchar un sonido similar a un “crac”. Es posible que aparezca un hematoma incluso días después de la lesión.

El tratamiento es muy similar a la de un tirón pero en el caso de un desgarre, es imperativa consultar a un médico especializado en este tipo de lesiones

En cualquier caso ya sea una simple molestia por estar adolorido o una lesión grave, es imprescindible prestar atención al cuerpo y nunca realizar actividades que estén fuera de nuestras capacidades fisiológicas. Recuerda entrenar siempre con precaución.

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