fbpx

Todo lo que no sabías sobre las vitaminas

Entre los nutrientes que ingerimos a diario existen unos que nos ayudan a un correcto funcionamiento del organismo. Estamos hablando de las vitaminas. La gran cantidad de alimentos que encontramos a nuestro alcance nos las aportan y es necesario que dotemos a nuestro cuerpo de las que necesita para estar en perfecto estado.

En FitWorld contamos con una amplia red de especialistas y centros con los que te canalizamos para que puedas obtener la mejor motivación, grandes resultados y alcanzar cualquier meta que te propongas.

Vitaminas: algunas reflexiones del todo que no son ciertas

Cuando hablamos de vitaminas nos viene a la mente la fruta o la verdura como alimentos que nos las proporcionan. Es cierto que contienen altas cantidades de estos nutrientes, pero no son los únicos alimentos que nos las van a aportar. Por ello es esencial que nos acerquemos a las vitaminas sin ninguna imagen preconcebida de las mismas.

Otro punto que siempre nos viene a la cabeza es que las vitaminas son antioxidantes solamente cuando realmente no es así. Por ello es básico que nos paremos a analizar lo que realmente nos van a aportar y lo que podemos conseguir respetando las cantidades recomendadas y consumiendo los diferentes tipos de vitaminas que el organismo necesita para realizar perfectamente sus funciones vitales.

Las vitaminas se dividen en dos grandes grupos

Las vitaminas hidrosolubles son, como su nombre indica, solubles en agua. Este tipo de vitaminas deben consumirse diariamente ya que el organismo tiene una capacidad muy reducida para almacenarlas y se eliminan por la orina en el caso de que no las utilicemos. Por ello es necesario que las incluyamos en nuestra dieta de manera habitual. Dentro de este grupo podemos encontrar todas las vitaminas de grupo B -un total de 8 que lo componen- y la vitamina C.

Por otro lado tenemos las vitaminas liposolubles, es decir, que son solubles en un medio graso y se acumulan en el organismo. Concretamente se suelen acumular en el hígado y por ello solemos contar con ciertas reservas de éstas para ingerirlas en periodos de falta de determinadas vitaminas. En este grupo se encuentran las vitaminas A, D, E y K. Al acumularse, tampoco es bueno un exceso de las mismas, pues puede generar hipervitaminosis y derivar en graves problemas de salud.

Vitaminas hidrosolubles

Para empezar, nos fijaremos en la vitamina B1 o Tiamina. Esta vitamina es esencial a la hora de metabolizar los glúcidos en el organismo. Además, está vinculada al correcto funcionamiento del sistema nervioso, ya que tiene un carácter neurotransmisor que facilita la transmisión de información entre las células nerviosas del organismo. Esta vitamina la encontramos, principalmente, en alimentos como los cereales integrales, la levadura de cerveza, el hígado, los vegetales verdes y las legumbres.

La vitamina B2 o riboflavina tiene una presencia destacada en varios procesos bioquímicos del organismo como el proceso respiratorio, la oxidación de ácidos grasos, el ciclo de Krebs, la formación de ácido úrico o la descarboxilación oxidativa. Los principales alimentos donde la vamos a encontrar son la leche, las vísceras animales, el pescado, los huevos y los vegetales verdes.

La vitamina B3 o Niacina tiene una función muy importante en el ciclo de la glucólisis. Sobre todo destaca por su función reguladora y controladora de los niveles y la asimilación de la glucosa por parte del organismo. La podemos encontrar en alimentos como el hígado, el cacahuate y el germen de trigo.

La vitamina B5 o Ácido Pantoténico tiene una función esencial en el proceso de asimilación de los ácidos grasos por parte del organismo. A esto hay que sumarle su función en la degradación y síntesis de los triglicéridos y de los lípidos complejos. Junto a esto hay que tener en cuenta su papel en la síntesis de proteínas. Esta vitamina la encontramos en casi todos los alimentos. Destacaremos aquellos que la contienen en mayores cantidades como las carnes y pescados, el huevo, las legumbres, los frutos secos, los lácteos, los cereales integrales y las frutas y verduras.

La vitamina B6 o Piridoxina es importante en los procesos metabólicos del organismo. Es un complemento para el resto de vitaminas y nutrientes, ya que les ayuda a la hora de llevarse a cabo los diferentes procesos metabólicos del organismo. Esta vitamina esencial la podemos encontrar en alimentos como el hígado, las legumbres, los plátanos y las nueces, sobre todo.

La vitamina B8 o Biotina es esencial en procesos metabólicos como el crecimiento del cabello, las uñas o el mantenimiento de la piel. Además tiene un papel importante en los diversos procesos fisiológicos y bioquímicos del organismo. Esta vitamina la podemos encontrar en alimentos como la yema del huevo y el hígado sobre todo, aunque se encuentra casi presente en todos los alimentos.

La vitamina B9 o Ácido Fólico es una de las más conocidas del grupo y es muy importante sobre todo porque es esencial a la hora de asimilar y metabolizar los aminoácidos que obtenemos a través de los alimentos. En el caso de las mujeres embarazadas es esencial porque es la encargada de que se desarrollen los tejidos del futuro bebé. La encontramos sobre todo en alimentos como las verduras, legumbres, frutos secos, frutas y sobre todo en el hígado.

La vitamina B12 o Cianocobalamina es esencial en la producción de glóbulos rojos por parte del organismo, por lo que es esencial para prevenir anemias. Además, interviene directamente en la producción de determinadas enzimas por parte del organismo. La podemos encontrar en alimentos de origen animal como carnes y pescados. En los lácteos y los huevos su aporte es más bajo y lo mismo sucede con las verduras.

La vitamina C es otra vitamina hidrosoluble esencial en el proceso de segregación de por lo menos ocho enzimas por parte del organismo. Además interviene en el metabolismo de los oligoelementos esenciales. Es una vitamina que ayuda a reforzar el sistema inmunitario y el sistema nervioso facilitando las conexiones entre las células nerviosas. Junto a esto hay que tener presente su función antioxidante a nivel celular, ya que ayuda a reforzar las defensas, además de ayudarnos en las funciones hepáticas, pues facilita la eliminación de fármacos y sustancias nocivas.

La vitamina C la podemos encontrar en alimentos como los cítricos, el melón, las fresas, el kiwi, el jitomate, la coliflor, los pimientos rojos y verdes y las verduras de hoja verde. En alimentos de origen animal la encontramos en las vísceras, excepto el hígado.

Vitaminas liposolubles

La vitamina A es una de las que lo componen. Esta vitamina interviene directamente en el mantenimiento de la visión, a la hora de generar células epiteliales. Junto a esto, interviene también en el proceso de crecimiento corporal y en la reproducción humana. Pero además es un potente antioxidante celular que nos ayudará a protegerlas frente a los radicales libres.

Los alimentos en los que encontraremos esta vitamina son en las partes grasas de alimentos de origen animal como las carnes, el hígado de pescado, hígado de ternera, cordero, cerdo, yema de huevo, leche, manteca o queso. En los vegetales rojos también abunda esta vitamina, como en la zanahoria, el jitomate, la calabaza… Además otros verdes como el melón o las espinacas la contienen en altas cantidades.

La vitamina D es otra que pertenece a este grupo. Interviene directamente en procesos como la asimilación y absorción del calcio por parte del organismo. Sobre todo actúa a nivel intestinal, donde ayuda a que asimilemos al máximo el calcio y el fósforo necesarios para conseguir una perfecta salud ósea. Además, ayuda a reabsorver a través de los riñones el calcio y fósforo eliminado a través del proceso digestivo.

Esta vitamina la encontramos en los pescados grasos como el salmón, el atún, la sardina, el bacalao… En los huevos se concentra en grandes cantidades, así como en la carne y la leche. Sin embargo, es esencial que nos dé el sol a diario para que el organismo pueda asimilar a la perfección esta vitamina, pues para ello es necesaria la acción de la luz solar sobre el organismo.

La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células y además actúa como estabilizador de las membranas celulares. Además es fundamental en el proceso de agregación plaquetaria, así como protector en la hemólisis. Actúa en el proceso de actuación de determinadas enzimas y en su producción. Junto a esto, tiene un desempeño importante en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

Esta vitamina la podemos encontrar en alimentos como aceites vegetales, principalmente los de girasol y maíz. Además está presente en granos de cereales, alimentos de origen vegetal y en el tejido adiposo de los animales. En los vegetales se encuentra en los de color verde y en los de hoja verde.

Finalmente, la vitamina K es la necesaria para la coagulación sanguínea. La encontramos en alimentos vegetales como los nabos, las coles, las lechugas, la espinaca… En aceites de soya y oliva está presente, así como en huevos, hígados y queso.


Si mantenemos una dieta equilibrada no tenemos porqué detectar déficits en lo que a aporte vitamínico se refiere. Sin embargo, a veces es necesario tomar complementos alimenticios que nos aporten las cantidades necesarias de vitamina que el organismo requiere para estar en perfectas condiciones.

En FitWorld contamos con una red de especialistas en nutrición con los que te podemos contactar para que te asesoren. ¡Escríbenos y te asesoramos en pontefit@fitworld.mx!

Fuente: Vitónica

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Últimas entradas

  • Entradas por mes

  • Categorías

"Me gustan las críticas, te hacen fuerte.-"
LeBron James - Jugador Profesional de la NBA