A veces vamos con tantas prisas que después de entrenar, de correr, etc. dejamos que la ropa deportiva toda sudada se quede en nuestro cuerpo más tiempo del necesario.
Y aunque quizás lo que más nos pueda preocupar sea si olemos mal, el verdadero problema que esconde una vestimenta de gimnasio sudada sobre nuestra piel es bastante más serio.
De acuerdo con la doctora Paloma Cornejo Navarro, dermatóloga y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV):
“El sudor es irritante y puede causar dermatitis o empeorar una dermatitis atópica preexistente. El sudor o la ropa sudada se enfría y aumenta el riesgo de que podamos contraer un resfriado”.
Otras infecciones que podemos tener por no bañarnos justo después de ejercitarnos, incluyen las temidas infecciones genitales, pitiriasis versiocolor o el pie de atleta. El mecanismo que desencadena estas típicas “enfermedades de gimnasio” es el mismo para casi todas: una peligrosa combinación de humedad y ambiente cálido.
En FitWorld nos preocupamos de tu salud y por ello, te queremos compartir las principales infecciones a tener en cuenta si no te quitas la ropa justo después de entrenar:
Pie de atleta
Se trata de una infección por hongos muy común que se inicia típicamente en personas cuyos pies han estado sudados y confinados en sus zapatos o no se han secado bien después de tomar un baño.
Los síntomas del pie de atleta incluyen grietas en el pie o dedos del pie y una erupción escamosa que generalmente causa ardor y comezón. Suele propagarse a través de suelos, toallas y ropa, por lo que los centros deportivos son un territorio privilegiado para contagiarse. Prevenirlo no es muy difícil, simplemente llevando un calzado con buena ventilación, cambiando los calcetines dos veces al día y utilizando chanclas en la piscina. Si por lo contrario ya lo estás padeciendo, entonces la fitoterapia podría tener la respuesta a tu problema. Según un estudio publicado en el Australasian Journal of Dermatology se ha demostrado que la aplicación tópica de cremas con al menos un 25 por ciento de aceite de árbol del té (un aceite esencial con propiedades naturales antifúngicas y antimicrobianas) mejora significativamente el pie de atleta.
Acné quístico
Si padeces de acné quístico, el sudor no aporta nada bueno a la situación y no asearse después de hacer ejercicio puede acabar dejando tu piel acneica peor de lo que la tenías.
Un informe publicado en el Journal of Clinical & Experimental Dermatology Research indica que los complementos antioxidantes con N-acetilcisteína y silimarina pueden ayudarte. Se ha comprobado que después de tomar estos suplementos durante ocho semanas, las lesiones de acné mejoran en un 50 por ciento.
Otra infección similar al acné sería la foliculitis causada por la levadura Pityrosporum ovale que crece en exceso en ambientes muy húmedos.
Candidiasis vaginal
Esta infección provocada por el hongo Candida albicans es muy normal y la mayoría de mujeres la padecerán por lo menos una vez en su vida.
Se produce cuando este microorganismo que vive naturalmente en la vagina, boca, tubo digestivo y piel se multiplica más de lo normal. De entre los múltiples factores que pueden activar esta infección, el uso de ropa sudada durante mucho tiempo es uno de ellos ya que se crea un ambiente perfecto para la proliferación de este hongo. Como es lógico no cambiarse el traje de baño o utilizar ropa muy apretada, ropa interior sintética o cualquier otro material que haga que nos sude la entrepierna tampoco ayuda.
Aunque no es una infección de transmisión sexual, algunos hombres pueden presentar erupción y prurito después del coito con una pareja infectada. Para prevenir la candidiasis es recomendable una higiene suave, una ropa que transpire y dormir sin ropa interior. Otro manera de prevenir una candidiasis podría ser con la toma de probióticos, especialmente el L. acidophilus, L. rhamnosus GR-1 y L. fermentum RC-14, ya que parecen disminuir las probabilidades de contraerla.
Pitiriasis versicolor
Malassezzia furfur es una levadura que de modo natural, está en nuestra piel pero con el calor, la humedad y la predisposición genética, pueden aumentar su desarrollo. ¿Las consecuencias? Máculas irregulares de un color rosado marrón pero que con la exposición solar, se pueden volver blancas. Generalmente aparecen en espalda y hombros.
Como cualquier otra micosis, la pitiriasis versicolor se puede prevenir hasta cierto punto pero en lo que coinciden todos los especialistas es que el sudor, el sebo y las altas temperaturas no ayudan a evitarla de ninguna de las maneras. Según la Academia Americana de Dermatología, además del tratamiento farmacológico puede ayudar a su curación y prevención utilizar cosmética no comedogénica ni que tampoco contenga aceites y evitar utilizar ropa ajustada (especialmente prevalente en el gimnasio).
Erosiones
Se producen cuando hay una presión y/o roce prolongado en la piel. Este podría ser el caso de las úlceras debajo de los pechos femeninos por el uso de un brasier inadecuado durante la práctica de ejercicio al provocar un roce constante que puede ir irritando progresivamente la piel.
Otra causa que puede provocar un eccema de contacto es el níquel que lleva el cierre del brasier. Lejos de mejorar la situación, el sudor la puede empeorar y tanto el brasier inadecuado como el sudor sin secar pueden acabar en un doloroso desenlace.
Otras lesiones similares se producen en ciclistas, runners o deportistas de deportes acuáticos por roce con mallas húmedas en los pezones y en la cara interna de los muslos.
Imaginamos que después de leer esta nota, después de hacer deporte pasarás rápidamente por la regadera. ¡No hay excusas que valgan!
Recuerda que lo más importante es quitarse la ropa inmediatamente, bañarse con agua tibia y un jabón sin detergente, aclararse bien y secarse aún mejor.
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Fuente: As Buena Vida