Todos sabemos que nadar en mar abierto no es lo mismo que hacerlo en una alberca: la sensación de libertad y la descarga de adrenalina no son las mismas, pero tampoco lo son los riesgos y las dificultades añadidas.
Para nadar en el mar, primero hay que saber nadar muy bien y haber practicado mucho en la alberca. Adentrarse en el mar siendo un principiante e inexperto y alejarse a gran profundidad es un verdadero peligro. Al mar no hay que tenerle miedo, pero nunca debemos perderle el respeto que nos hace disfrutar de él con precaución.
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#1 Una vez en la playa ten en cuenta. 1) entra en el mar hasta los rodillas o bien nada 5 minutos para ver el estado del mar y acostumbrarte a la temperatura del agua; 2) realiza una serie de estiramientos pero sin forzar; 3) coloca el lubricante en las zonas sensibles de roces.
#2 No te fatigues de más al nadar en contra de las olas. Al entrar nadando mar adentro, no luches por romper las olas a tu paso, deja que te eleven y te desciendan y lleva el ritmo de brazada a la ola. No lleves el ritmo constante de la alberca porque las olas te echarán los brazos hacia atrás al subir la cresta de la ola o darás brazadas al aire al bajar por la falta de la ola
#3 La respiración bilateral es clave. Siempre podrás respirar sin tragar agua y además mejorar tu orientación teniendo una referencia de las boyas.
#4 Aprovecha la dirección de la corriente. Si la marea es lateral, busca una dirección de nado más o menos diagonal y contraria a la marea para que esa corriente te ayude a llegar con el menor esfuerzo posible hacia la boya que debes bordear o hacia la playa si ya estás finalizando tu entrenamiento o competencia. Nunca luches contra el mar, es una batalla que no se puede ganar.
#5 Nadar en grupo. Colócate por detrás y al lado hacia donde se dirige la corriente. Al colocarte detrás, la persona que va delante rompe la lámina de agua y reduce entre un 5% y un 10% tu resistencia al avance provocada por tu forma corporal en el agua. Además, si te colocas hacia donde se dirige la ola, el que va delante te quitará parte de la fuerza de ola, llegándote más débil.
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Fuente: Sportlife
