Audífonos para entrenar ¿con o sin cable?

¿Eres de los que necesita escuchar música mientras entrenas, ya sea en el gimnasio o al aire libre? Seguro y  te has preguntado más de una vez qué tipo de audífonos son los más adecuados a la hora de practicar ejercicio físico.

Hoy en día, y gracias a la tecnología, disponemos de diferentes modelos de audífonos para disfrutar de nuestra música en cualquier situación: desde los más tradicionales, con cable y con una muy buena calidad de sonido, hasta los más modernos de conducción ósea, con los que podemos seguir disfrutando del sonido ambiente. ¿Cuáles son los mejores para cada situación?

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Audífonos con cable: menos comodidad pero mayor calidad de sonido

Son los de toda la vida. Hace unos años todos los audífono tenían cable y quizás solo nos preguntábamos si optábamos por unos intraudífonos o in-ear (los que se colocan dentro del oído) o si optábamos por unos cascos supraaurales u on-ear (los que se colocan por encima de la oreja).

A decir verdad, a la hora de entrenar los audífonos con cable suelen ser bastante más molestos de llevar, sobre todo si entrenamos en el gimnasio donde estamos constantemente realizando movimientos con la parte superior de nuestro cuerpo. Seguramente te ha pasado que el cable de los audífonos se enreda con las manos o con los brazos y terminamos casi jalándolos de la oreja sin querer.

Otro punto en contra es que el aguante de este tipo de audífonos, sobre todo de los in-ear, no suele ser muy buena y se terminan resbalando de la oreja, ya sea por los movimientos o por el propio sudor que producimos al entrenar.

Sin embargo la gran ventaja de este tipo de audífonos con cable es que la calidad del sonido suele ser bastante mayor que en el caso de los audífonos sin cables: podemos apreciar mucho mejor las notas bajas de todas las canciones y la sensación de escuchar música es mucho más placentera.

Audífonos bluetooth: movimientos con más libertad

Los audífonos sin cable con conexión bluetooth son uno de los mejores accesorios para hacer deporte. Suelen ser ligeros, cómodos, prácticos y evitan los enredos con los cables a la hora de entrenar. Sin embargo, sacrifican calidad de sonido, pero son mucho más cómodos para entrenar.

Dependiendo de nuestras necesidades tenemos diferentes modelos entre los que escoger: los que cada auricular va unido por un cable (que suelen ser los más ligeros y  más cómodos), los que van unidos por una diadema rígida (con un peso un poco mayor, pero generalmente con mayor autonomía) y aquellos en los que cada audífono va por su lado y se conectan de forma independiente al celular o a la tableta.

En el caso de los audífonos bluetooth como hemos mencionado, sacrificamos algo de calidad de sonido, que se pierde al no estar conectados por cable, pero ganamos en libertad de movimiento, algo importante a la hora de entrenar.

Audífonos de conducción ósea: perfectos para el entrenamiento outdoor

Dentro del grupo de los audífonos sin cables merecen una mención especial los de conducción ósea: se trata de audífonos que, en lugar de colocarse sobre o dentro de la oreja, se colocan sobre la apófisis zigomática del hueso temporal (por delante de la oreja, a la altura del pómulo) y no cubren el pabellón auditivo. El sonido se transmite hasta el oído interno a través del hueso, dejando los oídos libres y permitiéndonos mantener el contacto con el medio en el que nos encontramos.

De esta forma, los audífonos de conducción ósea son ideales para entrenar al aire libre y mantenernos alerta de lo que ocurre a nuestro alrededor. Muy prácticos sobre todo si entrenamos en la calle para mantenernos alerta de todo aquello que ocurre a nuestro alrededor, como un auto o bicicleta que se aproxima por detrás y con los que debemos tener cuidado. Son además muy cómodos, aunque algo más pesados que los audífonos intraaurales ya que suelen ser de tipo diadema que se coloca por detrás de la cabeza.

No son recomendables, por ejemplo, para entrenar en el gimnasio: seguramente nuestro gimnasio tendrá un hilo musical a mayor o menor volumen, y al no poder aislarnos del medio, escucharemos tanto la música de fuera como la que proviene de nuestros audífonos y es una sensación incómoda y además rarísima.


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Fuente: Vitónica

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