Hay un alimento que se ha popularizado mucho en los últimos tiempos, algunos ya lo conocían pero hoy en día es el “hit” para muchos. Pero, ¿de qué se trata realmente?
Probablemente las redes sociales y el marketing que se ha ejercido sobre este “superalimento” tienen la culpa. Los que abogan por una alimentación sana hablan de él como el snack sano del futuro, el que consiga sustituir (junto a los frutos secos) al picoteo cargado de azúcar y aceites refinados.
En FitWorld te compartimos los cinco beneficios de consumir edamame, así como sus usos en la cocina para que lo puedas añadir a tus alimentos cotidianos y conseguir un mejor equilibrio en tu dieta y en tu salud.
Esta vaina verde no es más que soya recolectada aún sin madurar totalmente (sobre un 80 %) y que tiene en su interior el grano de soya. La soya es una de las leguminosas que más alabanzas ha recibido en estos últimos años, a partir de la cual se elaboran productos como el tofu, la bebida de soya, el tempeh o el natto. El edamame, por lo tanto, se considera una forma más pura de beneficiarse de sus nutrientes.
El origen de esta planta se encuentra en Asia y es muy típico que se ofrezca en los restaurantes japoneses y chinos a modo de aperitivo. La forma tradicional de cocinar el edamame es hervido (con la vaina) y con un poco de sal, aunque también se puede aderezar con especias para darles más sabor. Para comerlos hay que ayudarse de los dientes para sacar los granos, de una forma similar a las pepitas.
Aunque sus propiedades nutricionales son muy interesantes y hay que tenerlo en cuenta para introducir en nuestra dieta, el edamame ni es mágico ni es un superalimento: es un alimento más. Entre sus beneficios destacamos su alto porcentaje de proteínas vegetales, alabadas por no tener colesterol. Los edamames también están cargados de fibra vegetal, esencial para el sistema digestivo.
Si aún no lo has probado, puedes encontrarlo en varios supermercados en la zona de congelados. Se comercializan de esta manera ya que, al no estar maduros del todo, así se mantienen las propiedades intactas hasta el momento de cocinado. Si comerlos a modo de pepitas no te convencen, puedes probar sacando los granos del interior y comerlos como chícharos.
El edamame es una leguminosa que se puede preparar de varias maneras dependiendo de tus gustos. Aunque la más extendida es hervida, también se puede hacer a vapor, al horno o salteados. Puedes incluirlo en las recetas que se te ocurran.
El edamame es muy atractivo porque se come, como hemos mencionado, de la misma forma que las pepitas. Por eso, puedes aderezarlos con especias, con salsas o con todo lo que te ocurra. Olvídate de las palomitas y del maíz frito y conviértelo en tu snack de cabecera. Frente a otro tipo de opciones para picar entre horas, el edamame no tiene azúcar. Si te has planteado reducirla ingesta de azúcar procesado, esta leguminosa no ha pasado por ningún tipo de fase de procesado: no contiene ni azúcar, ni aceites, ni sal.
Tú eliges lo que le añades y controlas las cantidades. Y lo más importante es que conoces lo que estás consumiendo sin trampa ni cartón.
Beneficioso para el tránsito intestinal
Por cada 100 gramos de esta leguminosa, estamos aportando al cuerpo 5 gramos de fibra. Una dieta rica en fibra es fundamental para tener calidad en nuestro sistema intestinal y digestivo.
Contiene isoflavonas
El edamame está cargado de isoflavonas, un tipo de flavonoide que funcionan como antioxidantes sobre nuestro cuerpo. La soya, y por tanto el edamame, es una de las principales fuentes alimentarias de las que podemos obtenerlas y que repercuten positivamente en la salud ósea.
Fuente de hierro
El edamame es rico en hierro, un componente base para que el cuerpo genere energía. Si lo consumes junto con otros ingredientes como los frutos secos, las espinacas o los productos integrales. Es buena idea que consumas alimentos con vitamina A y C junto con el edamame, para facilitar la absorción de su hierro.
Recetas fitness con edamame
Ensalada de alubias, con edamame y aguacate
Ingredientes
- 300 gr alubias blancas cocidas
- 1 aguacate
- Edamame
- Pepino
- Jitomate
- Pimiento
- Maíz
- Queso blanco fresco o queso feta
- Menta y chili
- Aceite y sal
Preparación
Lavamos las alubias y cortamos en cubitos todas las verduras y mezclamos en un recipiente. Cocemos las vainas de edamame, desgranamos y echamos al recipiente. Cortamos unos cubitos de queso blanco fresco o queso feta y lo añadimos también.
Lo emplatamos con medio aguacate, y aderezamos con menta, chili, aceite de oliva y sal.
Hamburguesas veganas de soya y edamame
Ingredientes (para 8 hamburguesas)
- 1 recipiente de soya texturizada
- 3 cucharadas de alubias rojas
- 1 cebolla pequeña
- al gusto champiñones
- Pan rallado
- 1 pizca comino
- Sal
- 1 toque curry
- 1 toque pimienta
- 1 toque pimentón de la vera
- al gusto Edamame
- Semillas de sésamo tostado
- Semillas de girasol
Preparación
Ponemos la soya en remojo y ponemos el edamame a cocer. Cortamos la cebolla muy fina y la sofreímos hasta que esté dorada y añadimos los champiñones picados también. Una vez estén hechos, apagamos el fuego.
Una vez esté cocinado el edamame, lo pelamos y lo añadimos con la cebolla y los champiñones con el fuego apagado o muy bajo. Escurrimos la soya texturizada y la añadimos a la licuadora. Añadimos las alubias y después la verdura ya retirada del fuego.
Batimos y removemos hasta que quede una masa homogénea. Añadimos la sal y las especias y removemos. Añadimos un poco de pan rallado si fuera necesario para dar más consistencia.
Una vez tenemos nuestra masa, la vamos tomando en porciones y le damos forma de hamburguesa (o albóndigas) y las pasamos por pan rallado. Para almacenarlas y conservarlas basta con envolverlas con papel de aluminio y aguantan unos 4 días en el refrigerador. ¡Las tienes que probar!
Ensalada de pasta y calabacitas con edamame
Ingredientes
- 1 calabacita grande, cortada en rebanadas de medio centímetro de grosor
- 1/2 taza edamame congelado y sin cáscara
- 1 taza hojas de albahaca
- 1/4 taza hojas de perejil
- 1/4 taza aceite de oliva
- 150 gramos fusilli de garbanzo orgánico
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharada alcaparras
- 1 cucharada vinagre de vino tinto
- al gusto sal y pimienta
- unas cuantas hojitas de albahaca (para decorar)
Preparación
Hervir agua salada en una olla grande. Calentar un sartén a fuego alto y asar las rebanadas de calabacita sin amontonar aproximadamente 5 minutos, volteando hasta que se doren por ambos lados. Colocar las rebanadas de calabacita en un plato, y reservar.
En el agua hirviendo, blanquear los edamame durante 3 minutos; escurrir, refrescar bajo agua fría corriente y dejar secar. Escurrir en un colador. Mantener el agua hirviendo en la olla.
En un procesador de alimentos, combinar la taza de albahaca, el perejil y el aceite de oliva. Sazonar con sal y pimienta y procesar, no demasiado para que no quede totalmente lisa.
En agua hirviendo, cocinar la pasta hasta que esté al dente; escurrir y enjuagar con agua fría. Poner la pasta en un recipiente. Agregar las rodajas de calabacita a la pasta. Agregar los edamame, salsa de albahaca, ralladura de limón, alcaparras y el vinagre. Mezclar suavemente. Salpimentar. Servir y decorar con unas hojitas de albahaca.
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Fuente: Mía Revista