Cómo correr junto con tu bebé

Cuando llega un bebé a la casa la felicidad es inmensa. Pero con ello implica ciertos retos y los más complicados, en ocasiones, es ajustar horarios y actividades que se realizaban antes de agrandarse la familia.

Dejar a tu bebé para ir a realizar ejercicio no es una opción, además de que si tu hijo te ve correr desde pequeño y le haces partícipe de tu pasión por el running, sin darte cuenta, le estás inculcando unos hábitos saludables que va a tener para toda su vida. Para que puedas realizar ambas actividades, hoy te compartimos este excelente artículo para ti.

En FitWorld nos interesamos en no sólo obtener los resultados que deseas en tu estilo de vida y en tu físico, también nos interesa que la relación con tus seres amados se fortalezca, ya que son parte esencial en tu vida.

¿Desde qué edad puedo empezar a correr con mi bebé?

Lo primeros meses son de adaptación. Los recién nacidos necesitan tranquilidad en los paseos. Aunque existen en el mercado carros de bebés para correr aptos para recién nacidos, creemos conveniente que no se debe correr con bebés menores de 2 meses. De ser posible, es preferible esperar a que el lactante haya cumplido los 6 meses de edad.

¿Qué tiene de especial un carro de bebé para correr?

Lo primero que debes tener presente es que el carro que uses para correr con tu bebé es diferente que los carros habituales utilizados para pasear. Igual que los tenis para correr, tienen diferencias importantes con los zapatos que te pones para pasear.

– Las ruedas. Lo primero que llama la atención son las ruedas. Los carros de bebé para correr tienen 3 ruedas: 1 delantera y 2 traseras. Las ruedas además son considerablemente más grandes.

– Rueda frontal. Los carros de correr sustituyen las dos ruedas delanteras por una rueda frontal. Lo más seguro es que utilices el carro tanto para correr como para pasear. Te recomendamos que te fijes en la posibilidad de bloquear la rueda delantera. En los paseos, la rueda delantera debe estar desbloqueada para hacer los giros con más facilidad, y cuando corras debes bloquear la rueda delantera para evitar que cualquier irregularidad del terreno haga girar la rueda y con la velocidad de la carrera el carro vire sin control.

– Tamaño de las ruedas. Los carros de correr tienen las ruedas considerablemente más grandes que los carros de pasear, para que el carro vibre menos con las irregularidades del terreno.

– Separación entre ruedas traseras. Las ruedas no solo son más grandes, si no que están más separadas entre sí para que el carro tenga más estabilidad. Aquí tenemos la primera desventaja respecto a los carros de pasear: ocupan más cuando los plegamos y cuesta más encajarlos en los marcos de las puertas cuando entramos o salimos de una habitación con ellos.

– Freno. El freno es un comodísimo accesorio del que disponen los carros de bebés destinados a correr. No es imprescindible, pero es tremendamente útil para mantener la velocidad cuando corremos pendiente abajo y evita que perdamos el control de la velocidad del carro cuando bajamos una cuesta.

– Protector del sol. Tanto los carros de correr como los de pasear llevan un complemento de tela ideado para proteger al niño de los rayos del sol. Vigila que sea ajustable. Si el niño va protegido del sol podrás correr en los días soleados.

– Plegado. El tamaño y la separación de las ruedas traseras hace que los carros de bebé para correr, en  plegado, tiendan a ser más grandes que los carros de bebé para pasear.

– Altura del manillar. Elige un carro de bebé que permita ajustar la altura del manillar. Si para correr la postura es importante para evitar lesiones, más aun es cuando tienes que correr empujando un coche de bebé.

¿Cómo correr empujando un carro de bebé?

Si eres mujer y acabas de dar a luz es probable que empieces solo con trote ligero y gradualmente vayas adquiriendo más velocidad. Recuerda siempre preguntarle a tu médico, sobre todo si tuviste una cesárea.

#1 Ajusta la altura y corre con el manillar cerca de ti. Si acabas de dar a luz, tu musculatura abdominal estará más debilitada y tenderás a correr con las manos estiradas empujando del carro y dejando caer tu peso sobre él haciendo que el tronco se incline hacia delante. Si no acabas de dar a luz, verás igualmente que es más cómodo correr dejando caer tu peso sobre el carro, pero esto sobrecarga considerablemente las lumbares. Trata de acercarte el carro hacia ti con los hombros inclinados hacia abajo. Comprueba mentalmente tu postura en cada kilómetro para evitar que el cansancio te haga adquirir la postura incorrecta. Correr con el carro próximo a ti, con el tronco erguido evitará los dolores lumbares que frecuentemente cuentan los que practican este hábito.

#2 Mantén los pies alineados hacia delante. Cuando estés subiendo una pendiente empujando del carro de bebé comprueba la posición de tus pies. No los abras. Los pies han de ir paralelos, orientados hacia delante para evitar sobrecargar los aductores. Probablemente te sea más difícil, pero evitarás generar desequilibrios en la musculatura de la pierna que pueden llevarte a la lesión.

#3 Vuelve a empezar a correr. Siéntete como cuando empezabas a correr. Nunca habías corrido con un carro de bebé. Todos empezamos a correr alternando días de carrera continua con días de caminar. Vuelve a tus inicios hasta que seas capaz de completar tus entrenos empujando del carrito.

No vas solo, lo más importante va dentro del carro

Cuando vas a correr con tu bebé, debes tenerlo muy en cuenta:

#1 Lleva algo de comer, pero evita que se lo lleven a la boca mientras corres. Vas corriendo y hay un continuo traqueteo, evita dar alimentos pequeños o que haya pequeños elementos que puedan llevarse a la boca y que puedan provocar un atragantamiento. Cuando le des de comer para de correr, y una vez hayas parado, ofréceselo.

#2 Lleva agua para ti y para el niño. Los niños tienen sed y han de tener acceso a los líquidos. Lleva agua para el niño y para ti, dale de beber cuando hayas parado.

#3 Lleva algún juguete. Permite que el niño se entretenga no solo del paisaje, déjale entretenerse con alguno de sus juguetes.

#4 Métete en su mundo mágico. Vas con un niño, comunícate con él, hazle ver que vas volando y hazle disfrutar en los giros que es lo que más les gusta, incluso dando vueltas en círculos.

#5 Ten en cuenta sus deseos. A veces los niños no quieren que les lleves en carro mientras corres y te piden jugar en el parque. No pasa nada porque pares en el parque. Mientras él juega tú puedes aprovechar para hacer dominadas o abdominales y lumbares sin perderlo de vista.


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Fuente: Be runner my friend

 

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