Cómo motivarte para entrenar a primera hora de la mañana

A la hora de entrenar, es bien importante tomar un hábito para que sintamos el compromiso con nosotros mismos. Sin embargo, madrugar para entrenar antes de ir a trabajar puede ser una ardua tarea que solamente con motivación y algunos trucos, podrás lograr. Recuerda que el dicho dice: “Al que madruga, Dios le ayuda”.

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#1 Debes tener claro por qué entrenas

Si ya tienes adquirido el hábito de entrenar quizá no te haga falta, pero si no, tener un objetivo claro es de gran apoyo. Por ejemplo: perder peso, ganar fuerza, mejorar en este o en otro deporte… Es mucho más fácil levantarse de la cama y ponerse los tenis si tienes en mente por qué lo estás haciendo y es algo concreto, que no un simple “voy a ponerme en forma”.

#2 Deja tu outfit listo la noche anterior

Si además de madrugar para salir a entrenar al gimnasio, tienes que prepararte la bolsa de deporte, aumentan las probabilidades de que al final no hagas ni una cosa ni la otra. No está de más dejarlo todo preparado la noche anterior: ropa, tenis, toalla y útiles para bañarte… lo que necesites. Así por la mañana se te hará más sencillo.

#3 ¿Saber cómo vas a entrenar?

Saber qué vas a hacer en el gimnasio una vez llegues ahí también es una forma de motivarte a levantarte. ¿Vas a correr 5 kilómetros en la caminadora? ¿O mejor una clase de spinning? ¿Tienes una tabla de ejercicios? ¿O piensas nadar 1,000 metros en la alberca?

Eso no quiere decir que no puedas salirte en absoluto de tu plan marcado, pero llevar una idea de lo que te toca hacer hoy evitará que la incertidumbre te venza y termines saltándote el entrenamiento.

#4 De hecho, mejor planifica toda la semana

Si puedes, mejor planifica la semana completa, porque así cada sesión de entrenamiento formará parte de un plan mayor. Solamente debes dedicar un rato el domingo a planificarte, y no olvidar el incluir en tu calendario los días de descanso.

De nuevo, esto no quiere decir que tengas que cumplirlo sí o sí. Puedes permitirte cierta flexibilidad para imprevistos. Pero con un plan en la mano es más fácil no saltarse el entrenamiento.

#5 Menos gente en el gimnasio

A las 6 de la mañana sabes que no tendrás que esperar para utilizar ninguna máquina y que la zona de pesas estará mucho menos concurrida. Si eres de los les desagrada socializar en el gimnasio, este es el mejor momento del día para que pases por allí.

#6 Nada espabila más que un buen entrenamiento

Si has logrado madrugar y acudir al gimnasio, ya has conseguido la primera parte. Ahora, sacúdete el sueño de encima y a darlo todo. Descubrirás que no hay nada que te ayude más y que te haga sentir mejor al empezar el día que un buen entrenamiento. El ejercicio físico ayuda a nuestro cuerpo a generar sustancias relacionadas con los niveles de autoestima, de estrés y de felicidad en general.

#7 Lo más difícil ya está hecho

Este argumento funciona de maravilla para esas personas que van al gimnasio más por obligación que por placer. Entonces un buen truco es hacerlo lo primero del día. El entrenamiento está hecho podrás quitártelo de la cabeza el resto del día.

#8 Completa tu entrenamiento con un buen desayuno

El desayuno no es, como llevamos años oyendo, la comida más importante del día, pero después de un buen entrenamiento, un desayuno a base de leche, fruta fresca, verduras, avena, etc. te ayudará a seguir el día con buen pie.


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Fuente: Vitónica

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