Seguro que más de una vez te has preguntado cómo saber si hay que aplicar frío o calor para tratar una lesión. En general, hay lesiones que mejoran con el frío, otras, con calor, y en otros casos ambas técnicas pueden ser beneficiosas.
Hoy en FitWorld te compartimos la mejor forma de tratarlas. Con todo, te recomendamos que ante cualquier lesión, siempre acude con un especialista médico.
Aplicación de frío
Vamos a aplicar frío ante un dolor, justo después de un golpe, caída, etc. El frío alivia la sensación aguda de dolor y ayuda si existe hinchazón (inflamación local por el traumatismo).
Ejemplo de situaciones en las que aplicar frío: una caída, golpe, esguince (“torcedura”), “jalón” muscular, para aliviar músculos y articulaciones después de un entrenamiento intenso, para aliviar algunos dolores de cabeza…
No hay que olvidar que el frío altera la sensibilidad y puede provocar quemaduras, por lo que es importante no colocarlo directamente sobre la piel, y vigilar la zona cada pocos minutos para comprobar la integridad de la piel.
Aplicación de calor
Podemos decir que, en general, aplicaremos calor en dolores musculares o articulares en los que no haya inflamación o hinchazón de la zona. Por ejemplo, en una contractura muscular, para aliviar un dolor articular (cervical, lumbar, artrosis de rodilla…).
Hay dudas en algunos casos porque, por ejemplo, el frío actúa como relajante muscular a corto plazo, pero a medio y largo plazo es mejor el calor. En un “jalón” muscular haciendo deporte, es mejor aplicar frío en el momento pero, pasadas las horas, el calor va a tener un efecto sedante y relajante más duradero, además de que la sensación de calor es mucho más agradable. Así mismo, en una contractura muscular el frío puede aliviar, pero el calor va a producir una sensación más confortable y duradera.
Parches de calor para combatir el dolor, ¿de verdad funcionan?
Como norma general, el frío es el criterio de elección ante una lesión que curse con inflamación, hinchazón, dolor… durante las primeras 72 horas. Después, si estos síntomas se han reducido notablemente, es posible que el calor pueda sernos de más ayuda. Si continúa el dolor y la hinchazón, es mejor seguir aplicando frío.
Si la lesión es de tipo muscular pero más en el sentido de dolor por los esfuerzos diarios (la clásica contractura muscular, o acumulación de tensión en la zona), es mejor aplicar calor desde el primer momento. Nunca olvidar la posibilidad de sufrir quemaduras, por lo que habrá que revisar la zona cada pocos minutos. Además, el calor actúa bajando la presión arterial, por lo que, dependiendo de la zona y forma en que se aplique, puede provocar mareos, incluso desmayos.
Tabla resumen
Esta tabla-resumen de Vitónica te dirá cómo y cuándo aplicar frío o calor. El objetivo es hacernos una idea general, pero siempre es mejor preguntar a un profesional sanitario.
En FitWorld buscamos que las personas compartan sus logros, experiencias y hábitos motivando a otras personas a superarse y cada día obtener mejores resultados. ¡Compártenos tus experiencias en pontefit@fitworld.mx!
Fuente: Vitónica