La obsesión por adelgazar está en la mayoría de las mujeres, y cada vez de más hombres. Y el precio que se paga por conseguirlo suele ser muy costoso, en ocasiones con buenos resultados pero momentáneos, lo cual no es tan satisfactoria al final.
Pero más allá de estos recursos temporales y peligrosos, encontramos opciones como la dieta atlántica que pueden ayudarnos a perder peso cuidando la salud.
En FitWorld te contamos todo lo que tienes que saber sobre este régimen alimenticio, no sin antes recordarte que más allá de la obsesión por una dieta o un cuerpo perfecto primero está tu salud y tu bienestar. Por ello nos preocupamos porque encuentres un balance que te ayuda a cumplir tus metas con un estilo de vida fitness.
¿En qué consiste la dieta atlántica?
La dieta atlántica se basa en la alimentación propia (y de antes) del norte de Portugal y Galicia, España. Es una dieta que se asemeja en composición a la dieta mediterránea por su riqueza en grasas saludables y en hidratos de buena calidad, aunque sus características básicas son las siguientes:
- Abundante en alimentos de temporada, frescos, locales y mínimamente procesados.
- Rica en pescados varios, de río y de mar, así como en mariscos, recomendándose el consumo de pescado al menos tres o cuatro veces por semana.
- Alta presencia de alimentos de origen vegetal como frutas y verduras varias, legumbres, papas, nueces, cereales integrales y semejantes. Sobre todo, se recomiendan manzanas y cítricos entre las frutas y coles entre las hortalizas.
- Uso de aceite de oliva como principal cuerpo graso de la dieta, sobre todo a modo de aderezo, en crudo.
- Presencia diaria de lácteos que resultan una excelente fuente de proteínas de calidad, siendo recomendables quesos y leches fermentadas.
- Ingesta de carnes varias con moderación para no caer en excesos que pueden resultar perjudiciales. Se recomiendan carnes de vacuno, cerdo, aves o de caza, escogiendo preferentemente las carnes más magras.
- Alto consumo de líquidos, preferentemente agua.
- Preferencia por métodos de cocción como a la plancha, al horno y otras opciones que no modifican en demasía la calidad de las materias primas usadas.
Estas son las características de la dieta atlántica y en su decálogo se incluye además, la recomendación de disfrutar de cada comida así como de acompañar la dieta con actividad física diaria.
Por lo que vemos, es una dieta rica en hidratos complejos y fibra, con grasas de calidad y proteínas de alto valor biológico derivada de carnes, pescados y lácteos.
La ayuda de la dieta atlántica para adelgazar
Por basarse en alimentos frescos ante todo, la dieta atlántica deja a un lado los procesados y ultraprocesados, y con ellos, nutrientes que perjudican nuestros intentos de adelgazar como los azúcares libres o añadidos, las grasas trans, las harinas refinadas o las calorías en exceso sin beneficio derivadas de estos.
Asimismo, resulta una alternativa con mayor aporte proteico que la dieta mediterránea y quizá por eso, es una opción que brinda saciedad al organismo con facilidad, ofreciendo además nutrientes de alta disponibilidad como hierro de origen animal, calcio propio de los lácteos, vitamina B12 y otros.
Además, contribuye a prevenir carencias nutricionales y resulta al mismo tiempo saciante y fácil de llevar a cabo, es decir, es una dieta que favorece la adherencia, permitiéndonos sostener su práctica a largo plazo y así, acentuar la pérdida de peso.
También se han comprobado ventajas de la dieta atlántica sobre la salud cardiovascular, reduciendo entre otras cosas, el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio.
Cómo imitar la dieta atlántica
En primer lugar, lo que debemos intentar poner en práctica siempre es realizar un consumo de alimentos locales, frescos y de temporada y como hemos dicho muchas veces, dejar a un lado los ultraprocesados o productos altamente industrializados.
Pero además, podemos acercarnos a una dieta atlántica incrementando el consumo de pescados varios así como de frutas y verduras de todo tipo y color, garantizando un mínimo de cinco raciones diarias.
Escoger carnes magras y reemplazar cereales refinados por integrales es otra buena estrategia para imitar la dieta atlántica y disfrutar de sus beneficios varios, pero sobre todo, de su ayuda al momento de perder peso.
Y por sobre de todo, disfrutar de cada bocado, saborear los mismos y sentarnos para comer de manera más consciente y placentera cada ingesta.
En FitWorld contamos con una amplia red de centros con los que te canalizamos para que puedas obtener la mejor motivación, grandes resultados y alcanzar cualquier meta que te propongas.
Fuente: Vitónica