El agua, tan sencilla y necesaria para nuestro organismo, es paradójicamente una de las grandes fuentes de mitos y leyendas urbanas en el campo de la nutrición.
En FitWorld entendemos por “fit” o “fitness” un estilo de vida que equilibra actividades físicas, alimentación saludable, disciplina mental, responsabilidad social y actitud positiva hacia el mundo que te rodea. Te acompañamos en el viaje hacia la transformación fit.
Lo que NO es verdad y has oído sobre el agua
- Beber agua de mar o salada
Se dice que beber agua salada es una solución para casi todo: desintoxica, reduce la presión arterial, mejora la hidratación, etc.
Debe quedar claro que beber agua del mar, así, directamente, no es una buena idea. No pasa nada si nos salpica en la boca o incluso si damos un trago sin querer, pero beberla intencionadamente de forma habitual puede ser peligroso para nuestra salud. El agua de mar puede tener microorganismos y contaminantes que nos puedan hacer enfermar.
En cuanto a beber agua salada, no hay evidencias sólidas que respalden todos esos supuestos beneficios para la salud, y sí un inconveniente: el consumo excesivo de sodio, uno de los componentes de la sal, está directamente relacionado con el riesgo de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
- Beber agua con limón
Al parecer el agua con limón es buena para todo: ayuda a adelgazar, elimina toxinas, mejora el sistema inmune, ilumina la piel, etc. E igual que ocurre con el agua salada, no hay evidencias científicas de que ninguno de esos supuestos beneficios sea real: nadie ha podido demostrar que beber agua con limón sea mejor que beber agua sin más.
Sin embargo, sí que hay una diferencia respecto al agua con sal y es que el agua con limón no tiene ningún perjuicio para la salud, de forma que si prefieres beber agua con limón a agua sola, adelante, siempre que no la endulces. Eso sí, hazlo porque te gusta y no porque creas que es mejor para tu organismo.
- Beber dos litros de agua al día
Mantenerse hidratado es importante para encontrarnos bien y para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente pero traducir una hidratación adecuada en la cantidad de agua que nuestro cuerpo necesita cada día depende de distintos factores y no dará como resultado la misma cantidad para todas las personas.
En cualquier caso, no hace falta medir la cantidad exacta y beber agua hasta cumplirla. Además debemos tener en cuenta que el agua también puede provenir de los alimentos que comamos. Lo mejor es que bebamos el agua a medida el cuerpo nos la pida.
- El agua fría no, que engorda
Esta es una de las mentiras que más ha circulado en redes sociales en los últimos meses. Proviene de un supuesto “estudio” en el que se ensalzan las supuestas ventajas de beber agua templada o caliente.
En este “estudio” se asegura que beber agua fría hace que el cuerpo tenga más problemas para digerir las grasas de los alimentos. Atención porque esto no solo no ha sido demostrado, sino que tampoco significaría que el agua fría engorde.
En cualquier caso, hay que recordar que el agua sola no tiene calorías, así que no engorda nunca, por muy fría (o caliente) que esté.
- Beber agua con las comidas tampoco, te puede hacer engordar
Esta es una teoría que viene de mediados del siglo pasado según la cual al mezclar el agua con los alimentos parece que aumentaba la retención de líquidos, y eso llevaba a subir de peso.
Pero no es cierto. De hecho, beber agua es una forma de estimular el funcionamiento de los riñones y reducir la retención de líquidos, y por tanto el efecto sería justo el contrario. Además, da igual que se haga durante las comidas o fuera de las comidas, porque el efecto es el mismo.
Por otro lado, algunos estudios han sugerido que al beber agua antes de comer o mientras comemos reduce el número total de calorías que ingerimos porque estaríamos ocupando parte del espacio del estómago con agua, que no nos aporta ninguna caloría, así que el efecto final sería justo el contrario.
- Los supuestos beneficios del agua alcalina
El agua alcalina es aquella que tiene un pH por encima del habitual en el agua normal (que se sitúa en torno a 7). El agua alcalina, al ser menos ácida, en teoría nos ayudaría a reducir la acidez del cuerpo y con ello a mejorar determinados procesos, como la digestión, la “depuración” o la lucha contra el cáncer.
Pero la verdad es que no hay evidencias sólidas de que beber agua alcalina tenga beneficios específicos para la salud en ninguno de estos aspectos.
- El agua imantada: leyenda urbana
Existen algunas personas que aseguran que al someter el agua a determinados procesos con campos magnéticos, se puede reducir su dureza, es decir, reducir sus niveles de cal evitando el uso de productos químicos que habitualmente se utilizan precisamente con esa función.
Esta idea no es nueva, lleva circulando desde mediados del siglo pasado y todavía no hay evidencias sólidas de que esto realmente funcione. Los científicos se muestran escépticos y por eso el agua se sigue tratando con los productos químicos que se sabe que sí funcionan.
En FitWorld contamos con una red de centros de nutrición con los que te podemos contactar para que te asesoren. ¡Escríbenos y te asesoramos en pontefit@fitworld.mx!
Fuente: Vitónica