Power Walking: el nuevo entrenamiento en el que caminas

Correr está de moda, eso no lo vamos a negar. Día tras día vemos los parques y las calles llenas de runners haciendo series, carrera continua, cambios de ritmo, fartlek… Pero, ¿qué pasa con la gente a la que no le gusta correr? ¿O la que no puede hacerlo? Para ellos existe una nueva tendencia: el Power Walking.

El Power Walking puede ser una estupenda alternativa, tanto para la gente que no puede o no quiere correr, como para los runners en sus días de descanso activo. Caminar puede convertirse en el entrenamiento que te traerá múltiples beneficios.

En FitWorld vamos a compartirte unas pautas para que puedas beneficiarte de las ventajas de una caminata diaria.

¿Qué es el Power Walking?

El Power Walking o Smart Walking se basa en caminar. ¿Y ya? Claro que no. En una buena sesión de Power Walking entran en juego muchos factores como el ritmo de caminata que llevemos, nuestra respiración y postura, los cambios de ritmo o intervalos de trabajo, entre otros.

El hecho es que todos caminamos en nuestro día a día, pero no todos sabemos caminar de forma correcta: la postura, la pisada o la activación del abdomen son conceptos importantes que debemos tener en cuenta a la hora de echar a andar.

¿Cómo es una sesión de Power Walking?

Por norma general, una sesión de entrenamiento de Power Walking suele durar entre 45 y 60 minutos durante los cuales no dejaremos de caminar. Al igual que en otros deportes como la carrera o el spinning, podemos diseñar distintos tipos de sesiones con velocidad progresiva y cambios de ritmo.

La distancia a recorrer con esta sesión es de aproximadamente unos cinco kilómetros y medio, con un ritmo medio de 9:15 min/km y un gasto calórico de alrededor de 400 calorías. Como puedes ver es un ritmo nada despreciable.

Conceptos a tener en cuenta en Power Walking: la postura corporal

La corrección postural es muy importante en todos los deportes, y mucho más en algunos como el running o el Power Walking. Los tres básicos a tener en cuenta serían: hombros atrás y abajo, cabeza y pecho arriba. Como bonus, intenten mantener siempre el abdomen activado para proteger la zona lumbar.

Es importante que seamos conscientes de la postura que llevamos en todo momento: llevar siempre la vista al frente, a unos dos metros de nosotros, para evitar arquear la zona cervical, o alejar los hombros de las orejas son gestos que debemos corregir mientras caminamos, y que poco a poco acabaremos incorporando de forma correcta.

Los beneficios del Power Walking

¿Qué beneficios obtendremos de la práctica del Power Walking? En primer lugar, es una actividad que puede realizar todo el mundo, independientemente de su condición física y deportiva o edad. Además, es totalmente personalizable en función de cada individuo.

Al caminar es muy fácil mantenernos en nuestra zona de quema de grasa, que se encontraría entre el 65 y el 75% de nuestra frecuencia cardíaca máxima: cuando corremos, las pulsaciones se nos suelen ir bastante de las manos, trabajando más en la zona anaeróbica. Si además incluimos cambios de ritmo, como en la sesión que hemos preparado, realizaremos un entrenamiento completo que nos reportará beneficios para nuestro sistema respiratorio y cardiovascular.

Además, por supuesto, tonificaremos sobre todo la musculatura del tren inferior y nuestro core o zona central. Gemelos, glúteos y abdomen llevan la mayor parte del trabajo en este entrenamiento.


Como puedes ver esta tendencia es genial para tomarla como nuestra actividad diaria o para iniciarse al running.

En FitWorld buscamos que las personas compartan sus logros, experiencias y hábitos motivando a otras personas a superarse y cada día obtener mejores resultados. ¡Compártenos tus experiencias en pontefit@fitworld.mx!

Fuente: Vitónica

 

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