Subir de peso sin engordar ¿a qué se debe?

Cuando empezamos a hacer dieta y ejercicio para bajar de peso, una de las cosas que solemos hacer –a veces de manera algo obsesiva- es pesarnos a diario y pensar: “¿habré bajado ya un kilo?” “¿cuánto habré perdido en la clase de spinning que tomé ayer?” A veces vivimos demasiado pendientes de los números que cada mañana nos recuerdan si hemos comido bien, si hemos hecho ejercicio o si hemos tenido un día activo. Sin embargo, el peso no es tan importante como creemos.

En FitWorld entendemos por “fit” o “fitness” un estilo de vida que equilibra actividades físicas, alimentación saludable, disciplina mental, responsabilidad social y actitud positiva hacia el mundo que te rodea. Te acompañamos en el viaje hacia la transformación fit.

No es buena idea pesarse a diario

Pesarse todos los días no es ni necesario ni beneficioso, ya que existen numerosos factores que pueden hacer que tu peso cambie de un día a otro, sin que esto quiera decir que hayas ganado o perdido grasa necesariamente.

El hecho de pesarnos todos los días puede ayudarnos a llevar un control, sin embargo suele llevar a conductas poco adecuadas relacionadas con la nutrición y el deporte, además de que puede hacernos caer en la temida ansiedad al no ver día a día los resultados deseados en la báscula.

También debemos de tener claro que fijarnos únicamente en el peso no sirve de mucho, ya que no es indicativo de nuestra forma física: el peso que nos muestra una báscula convencional no nos indica nuestra cantidad de masa muscular, nuestra cantidad de masa grasa o nuestro índice de grasa visceral, parámetros más útiles a la hora de saber si estamos o no en una forma física adecuada. Estos parámetros podemos conocerlos con ayuda de una báscula de bioimpedancia.

Como hemos mencionado, el peso puede fluctuar de un día a otro sin una razón aparente. Estas son algunas de las razones que debemos tener en cuenta:

Has ingerido demasiada sal

Un alto consumo de sal o sodio en un día concreto puede favorecer la retención de líquidos y así, sumar unos números a la báscula a la siguiente mañana. La buena noticia es que esta retención de líquidos suele ser algo transitorio y desaparece en pocos días.

No solo estamos hablando de la sal con la que cocinamos ya que a lo mejor eres de los que come sin sal. Sin embargo, debemos estar atentos a la composición de los productos procesados que comemos y de las salsas y aderezos que utilizamos, generalmente con fórmulas muy saladas. Puedes comenzar por realizar botanas más saludables y por cambiar las salsas por especias en tu cocina.

Has bebido demasiada agua el día anterior

Mantenernos hidratados es muy importante para la buena salud del organismo, pero no es cuestión de atascarse tampoco. De hecho beber mucha agua puede llevarnos a padecer hiponatremia, una afección metabólica que se produce cuando la concentración del sodio en la sangre disminuye por debajo de 135 mEq/L. Evidentemente, tomamos demasiado agua es muy posible que al día siguiente la báscula marque unos cientos de gramos o algún kilo de más, pero debemos ser conscientes de que esa es la razón.

Para mantenernos correctamente hidratados debemos beber cuando nuestro cuerpo nos lo pida. Bebe cuando sientas que lo necesitas y haz que tu fuente más importante de hidratación sea el agua, acompañada de un buen consumo de frutas, verduras, hortalizas y también infusiones y cremas o sopas naturales.

Has ingerido más carbohidratos que en otras ocasiones

Si sigues una dieta baja en hidratos y un día te pasas con ellos es muy probable que esto se refleje al día siguiente en la báscula en forma de unos gramos de más. Los carbohidratos simples, además, nos hacen retener líquidos en algunas ocasiones, de modo que esta puede ser la razón por la que la báscula ha subido.

No has ido al baño de forma regular en los últimos días

Tener cierta regularidad intestinal es muy beneficioso para nuestra salud. Sin embargo, en ocasiones -generalmente debido a una mala alimentación o a que no nos hemos hidratado de forma adecuada- podemos padecer de estreñimiento. La imposibilidad de ir al baño puede hacer que sumemos unos gramos a los números de la báscula y que nos sintamos más hinchados de lo normal, pero debemos tener claro que esto se solucionará en cuanto mejoremos nuestra salud intestinal.

Una vez más, mantenernos bien hidratados y aumentar el consumo de frutas y verduras, ricas en fibra, pueden ayudarnos a salir de ese estancamiento tan desagradable. Un consumo extra de fibra y realizar ejercicio físico a diario también son buenas opciones.

Puede deberse al ciclo menstrual

Para toda mujer, el momento del ciclo menstrual nos hace, generalmente, sentirnos más hinchadas o incluso que la báscula marque unos gramos o kilos de más. No debemos preocuparnos ya que al pasar los días nuestro peso volverá a la normalidad. Durante la fase folicular (los días 6 a 12 aproximadamente) y durante la fase lútea (los días 16 hasta el final del ciclo) nuestro peso puede variar en un kilo o kilo y medio.


Si quieres mantener un control de tu peso, con pesarte una vez a la semana es suficiente. Puedes ir anotando tus datos en una libreta y ver tus progresos a lo largo del tiempo.

En FitWorld contamos con una red de centros de nutrición con los que te podemos contactar para que te apoyen en diseñar el mejor plan alimenticio para ti. ¡Escríbenos en pontefit@fitworld.mx!

Fuente: Vitónica

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