La mejora de la recuperación es algo que ha preocupado desde siempre. Los deportistas saben que si logran una mejor o más rápida recuperación podrán entrenar más frecuentemente o, ante misma frecuencia, enfrentarse a entrenamientos más exigentes. Por otro lado, también garantiza en mayor medida la correcta recuperación entre días de competencia o entre entrenamiento y competencia.
En la actualidad, conforme aumenta la práctica del deporte donde la finalidad es competir, siendo el rendimiento un objetivo cada vez más presente entre deportistas no profesionales, también ha crecido el interés por este tipo de técnicas.
En algunas ocasiones, todo esto es cierto, pero en muchos de los casos las técnicas que se utilizan no funcionan o quien lo practica realmente no lo necesita.
En FitWorld entendemos por “fit” o “fitness” un estilo de vida que equilibra actividades físicas, alimentación saludable, disciplina mental, responsabilidad social y actitud positiva hacia el mundo que te rodea.
Técnicas de recuperación activa que funcionan
Ejercicio aeróbico a baja intensidad por debajo del umbral aeróbico
Se ha demostrado un aclaramiento o disminución del lactato acumulado más rápido que con descanso pasivo. Esta técnica se utiliza, junto con la recuperación pasiva (descanso sin llevar a cabo ninguna técnica específica de recuperación), como control para analizar el resto de técnicas de recuperación activa.
Inmersión en agua fría y contrastes de agua fría y caliente
Se ha documentado una mayor efectividad que el uso de agua caliente o inmersión en agua a temperatura neutra tanto para la recuperación del tejido muscular dañado como para la recuperación de la fatiga neurológica o del sistema nervioso. Si es más conveniente, cuando el deporte se ha realizado a altas temperaturas, evitar los contrastes y utilizar solo la inmersión en agua fría.
En el caso de la inmersión en agua fría la temperatura correcta se encuentra entre 10 y 15º, y una duración de entre 5 y 15 minutos dependiendo de la temperatura del agua. Cuando más fría menor duración. Respecto a los contrastes de temperatura, la temperatura del agua fría sería la misma que hemos mencionado, mientras que el agua caliente ha dado mejores resultados a 38º. En cuanto a la duración, parece que no hay consenso sobre una cifra óptima pero no se suele aconsejar una duración superior a los 15 minutos. También es importante resaltar que esta técnica debe realizarse nada más terminar la actividad física. En la mayoría de los estudios que han obtenido buenos resultados las inmersiones se practicaron antes de que transcurriera media hora desde la finalización de la actividad física.
Es importante resaltar que el hecho de que favorezca la recuperación no tiene por qué estar relacionado con una mejora del rendimiento o que facilite las adaptaciones que buscamos con el entrenamiento.
Estudios han demostrado que el tejido o gadgets compresivos facilitarían la recuperación, especialmente en toda actividad deportiva donde se produzca mayor daño muscular. Cabría destacar en este ámbito el entrenamiento de fuerza con resistencias, especialmente pliométrico y excéntrico, así como el deporte de ultra resistencia. Se debería destacar que todavía no queda claro cuál sería la óptima compresión de los tejidos. El principal problema, por tanto, sería la baja compresión ejercida por mucha ropa actualmente vendida bajo esta etiqueta que podría no ser suficiente para obtener un beneficio.
Técnicas de recuperación activa de dudosa utilidad
En esta categoría entrarían aquellas técnicas cuyos estudios son poco concluyentes y no se puede afirmar categóricamente si funcionan o no. También aquellas técnicas cuyo beneficio parecería ser limitado y, por tanto, sería difícil justificar su amplio uso en el deporte.
Hiperoxia
Consiste en el consumo de aire enriquecido con oxígeno. En 2010 la WADA levantó la prohibición que existía sobre el consumo de aire enriquecido de manera que, a partir de ese momento, ya no se consideraba dopaje. Fue a partir de esa fecha que se empezó a observar una proliferación de este tipo de burbujas y botellas siendo especialmente visibles en la banda de los partidos de la NFL. No obstante, su capacidad para mejorar la recuperación no está clara al haberse observado la mejora en algunas variables pero no en otras también determinantes.
Masaje
Tanto el masaje aplicado por un profesional, como sus variantes de auto masaje con foam rollers, u otras opciones, parece que no son tan útiles como se cree. Al menos, no en la medida que podría justificar su constante presencia y uso para este propósito en una gran cantidad de deportes y salas de entrenamiento.
Técnicas de recuperación activa que no funcionan
Electroestimulación
Nicola Maffiuletti para la revista Aspetar realizó un artículo y titulado: “Electrostimulation recovery-related strategies. Are they effective?”.
En esta revisión, el mayor experto mundial en esta tecnología dijo textualmente que la electroestimulación no servía para facilitar la recuperación y que, toda mejora percibida por sus usuarios, solo se justificaba por un efecto placebo.
Además, criticó la publicidad y métodos de venta de las marcas de electroestimulación que prometen resultados sin ninguna clase de aval científico.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)
Seguro que ante dolores musculares después de hacer ejercicio más de uno ha hecho uso de un antiinflamatorio para tratar de hacer más llevadera esa sensación. Hasta aquí todo es normal. No obstante, hay quien considera que eliminando o disminuyendo la inflamación se favorece la recuperación cuando es todo lo contrario. Cuando se produce una inflamación, siempre y cuando esta se desarrolle dentro de los límites de la conveniencia, y no por cuestiones patológicas, es por una razón y eliminar o torpedear este mecanismo puede en ocasiones perjudicar más que beneficiar.
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Fuente: Mens Health